lunes, 20 de agosto de 2012

MENSAJE DEL DIRECTOR


“La verdadera educación es la mejor herencia de la vida como bienestar para todos”.

A sabiendas que la docencia es una de las profesiones más hermosas porque nos permite construir el presente y el futuro de una comunidad a través de la relación continua con nuestros congéneres; estoy cierto, que el desarrollo de nuestras actividades, nos permite descubrir el potencial de la persona humana, sus inquietudes, aspiraciones y su tendencia al servicio comunitario, mediante la cual se aprende a ser mejor persona y a compaginar la voluntad de asistencia con el medio que nos rodea, es decir, la verdadera educación nos complace ante al ser humano como principal propuesta y fin.
El actuar con convicción ante el ministerio de la educación, nos permite reconocer que no solamente dependemos de las estrategias pedagógicas para tomar conciencia de los objetivos a los que somos inmersos, sino procurar la educación en un sentido verdaderamente humanitario, de calidad y armonizado con los valores que nos advierte la materia. Por lo tanto, la vocación no solamente nos alienta en nuestro pasado porque en él se obtiene el cimiento de nuestra preparación y en ella, la gran voluntad de encontrar sentido a nuestras vidas, lo cual se ve reflejado en la virtud que acompaña la responsabilidad compartida entre los padres, maestros, alumnos, autoridades educativas y la sociedad en general.
A través de los veinticinco años como docente he pretendido buscar las mejores oportunidades para los maestros y estudiantes especialmente para aquellos que menos tienen, tan es así, que el ideal desarrollado en su momento se buscó comulgar con la realidad... luchar por una escuela de mayor nivel para nuestro municipio, es decir, encontrar una gran posibilidad para realizar estudios profesionales en este lugar, mismo que se dio con la creación del Instituto Tecnológico Superior, a lo cual como pionero agradezco a todos los que han cedido su tiempo, esfuerzo y experiencia, sin ellos... no estaría yo vertiendo mis opiniones, expresado de esta manera, porque la educación no es un gasto, haciendo hincapié: es una inversión que reditúa en una sociedad mayormente prolífera, pues es aquí donde se encuentra y da sentido a los motivos para el encuentro con la paz, la libertad y la justicia social.
De esta manera, aspirar a ser Director de esta institución conlleva el reto de buscar su mejoramiento, y seguir impulsando generaciones con una formación sólida y humanitaria, que permita consolidar familias en una ambiente de mejoramiento personal y comunitario. Hoy lo reitero a cabal convicción: ¡Por la educación estamos todos! Ya que “La verdadera educación es la mejor herencia de la vida, como bienestar para todos”.
Ing. Abel Sánchez Padilla.
2012

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